Gran malestar en la comunidad de Victoria por un proyecto en el Concejo Deliberante: "no quieren subir las escaleras"

Un grupo de concejales que responde al intendente Maiocco presentó un proyecto para instalar un ascensor en el recinto del Concejo Deliberante. El pueblo estalló de furia y lo manifestó en las redes sociales.

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Dicen que de los laberintos se sale por arriba, y concejales oficialistas de Victoria han tenido una idea en sintonía con este viejo adagio. En una ciudad de calles intransitables y servicios cada vez más deteriorados, la iniciativa de salida a la crisis parece ser en ascensor; al menos para acceder al Concejo Deliberante.

En la tarde de este miércoles, durante la última sesión, los concejales Gabriela Albornoz, Griselda López, Franco Brassesco y Leonel Anderson, presentaron un proyecto instando al departamento ejecutivo a arbitrar las medidas necesarias para instalar un ascensor que les permita subir cómodamente a su lugar de trabajo.

Tras conocerse la noticia, cientos de vecinos utilizaron las redes sociales para manifestar su malestar, por considerar la idea como "no prioritaria".

Varios fueron los comentarios que dejaron en evidencia la escasez de proyectos concretos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los victorienses, algo que la comunidad le viene reclamando desde hace mucho tiempo al cuerpo deliberativo. Incluso volvió a surgir el tema de los elevados salarios que perciben en contraposición con el bajo porcentaje de productividad.

"No quieren subir las escaleras", aseguró un empleado del municipio que suele participar de las sesiones.

¿Cuánto costaría la instalación de un ascensor?

Desde la redacción, nos comunicamos con dos empresas de la vecina ciudad de Rosario, dedicadas a la adecuación de espacios e instalación de este tipo de artefactos mecánicos, donde especialistas de ambas coincidieron en que se necesitaría aproximadamente un millón de pesos (incluso más) para llevar adelante este proyecto.

No obstante, esta vez la agenda dio un giro inesperado: en plena crisis económica un grupo de concejales tuvieron el "valor" de anunciar la idea de gastar el magro presupuesto municipal en la compra y colocación de un ascensor para el propio Concejo Deliberante.

La falacia de la "inclusión" 

Bajo el argumento de la inclusión, la viceintendente y presidente del Concejo, Ana Shultd ensayó en las redes sociales -cargando con furia contra un vecino de la ciudad- un débil argumento, poniendo en discusión la necesidad de contar con el ascensor a fin de brindar mayor accesibilidad a las personas con discapacidad motriz. Para los incautos, podría parecer coherente, pero para quien simplemente realice una rápida observación, notará que el municipio ni siquiera cuenta con una rampa de acceso al edificio en la entrada principal (foto). De hecho ninguna de las dependencias municipales que funcionan en lugares distintos al palacio principal cuentan con simples rampas que garanticen accesibilidad a personas con silla de ruedas. La realidad pasa por encima a este grupo de concejales, superando la ficción.

Y las ideas...

En un contexto de una temeraria crisis económica que golpea al ejido urbano y se palpa en el estado calamitoso de innumerables calles de Victoria y en comercios cerrados, la agenda que sigue la política victoriense se desarrolla cada vez más alejada de la comunidad a la que dicen servir. La falta de ideas que tiendan a cambiar el marco imperante se torna evidente, con el simple hecho de analizar los proyectos que una y otra vez -como en un Deja Vú anunciado- persiguen los concejales: declarar de interés cualquier cosa que se cruce por sus narices. No hay dinero, es cierto, pero tampoco se aprecia planificación, ingenio ni ideas.

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