Por Gustavo Baccón
El título pretende ser un claro ejemplo de oximoron. La forzada figura literaria pretende enfrentar una pretendida realidad histórica con la triste realidad del interior departamental y varias de sus administraciones justicialistas.
Hoy nos trae a cuento el hecho de que existe -hoy por hoy- una preocupante persecución laboral, al decir de los representantes sindicales de la FESTRAM, quienes tienen afiliados allí.
El asunto es que por diferentes ajustes salariales atrasados a partir del año 2019, el municipio debe a funcionarios y trabajadores una suma de casi diez millones de pesos. Esto sin contar ajustes e intereses devengados en el plazo que lleva el incumplimiento de pagos.
La deuda es reconocida por el Ejecutivo, y estampada en un oficio elevado al Secretario de Hacienda, Profesor Sergio Elizalde, el día 22 de diciembre del 2020, además de haber sido presupuestada en la ordenanza municipal que aprueba -presisamente- el presupuesto de funcionamiento municipal de éste 2021.
Pero luego de dicho reconocimiento por parte de la misma Administración, los trabajadores no logran hacerse de su dinero, existiendo denuncias de que el intendente local, Hernán Niz, no sólo niega el pago, sino que aprieta a los trabajadores, amenazándolos con diferentes pérdidas de beneficios; a ellos y sus familias. Llegando al colmo de exigir la desafiliación sindical, a cambio de la permanencia laboral".
"Otro vergonzoso apriete consiste en negar horas extras a los afiliados al sindicato. Ha obtenido «éxitos» parciales, ya que el funcionario que conduce el municipio (De estracción justicialista) logra que algunos de los empleados renuncien a su derecho de afiliación por miedo; revocando así, una clara conquista de los antecesores históricos de su partido.
Roberto Almarante, representante de la FESTRAM, el sindicato que representa a los trabajadores municipales, afirma que recurrirán a la vía legal, a fin de conseguir que se les pague lo adeudado y cesen los descarados aprietes al personal.
Fuente: www.ruta20.com.ar
