A raíz del déficit en el balance de la Santa Sede de los últimos años, "agravado" por la pandemia de coronavirus, el papa Francisco dispuso un recorte de sueldos en la Curia romana que llega al 10% en el caso de los cardenales.
"Considerando el déficit que ha caracterizado la gestión económica de la Santa Sede durante varios años", que se vio "agravado" por la pandemia, y con el objetivo de "salvar puestos de trabajo", el pontífice dispuso este martes una reducción en los salarios de los empleados vaticanos.
Según una Carta Apostólica en forma de "Motu Proprio", o decreto pontificio, divulgada este miércoles, el Papa reducirá 10% el salario de los cardenales, 8% el de los cargos superiores de la Curia y un 3% el de religiosos y eclesiásticos con funciones no dirigenciales.
La reducción, que entrará en vigencia el 1 de abril, no se aplicará de todos modos a personas que puedan demostrar que les es "imposible afrontar gastos conectados con el estado de salud" personal o de un familiar de hasta segundo grado.
El decreto, que dice basarse en criterios de "proporcionalidad y progresividad", se da en un marco en el que el Vaticano tendrá en 2021 "los gastos más bajos de la historia reciente", con una caída estimada en los ingresos del 30% frente a 2019, y usará reservas para paliar parte del déficit previsto en 80 millones de euros.
"Los gastos presupuestados para 2021 son los más bajos en la historia reciente de la Santa Sede", planteó a mediados de marzo en declaraciones a la prensa vaticana el ministro de Economía vaticano, el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves.
"Se hicieron ahorros sin disminuir el servicio a la misión del Papa y defendiendo sueldos y cargos de los empleados", agregó Guerrero Alves.
En ese marco, parte del déficit operativo que el Vaticano proyecta para este año se cubrirá con el fondo de donaciones conocido como Óbolo de San Pedro y el resto con reservas.
"No debemos ser alarmistas. Las reservas están para esto, pueden y deben ser usadas en tiempo de dificultad económica", sostuvo Guerrero Alves.
El jesuita español afirmó que, a causa de la pandemia, el Vaticano espera este año ingresos por 213 millones, "un 30% menos" que los 307 millones de 2019, antes de la irrupción del coronavirus.
"La crisis provocada por la pandemia es la causa de este ajustado presupuesto", sostuvo Guerrero Alves hace dos semanas.
El déficit proyectado se debe en buena parte al cierre hasta nuevo aviso de los Museos Vaticanos, que antes de la pandemia eran visitados por unas 27.000 personas al día con una entrada base de 17 euros, y que fueron nuevamente cerrados al público a inicios de este mes por las nuevas restricciones dispuestas por el Gobierno italiano.