Comercio
Exportadores buscan ampliar su capacidad de operaciones en los puertos entrerrianos
Más espacios de acopio, la reactivación de nuevos ramales del tren de cargas y mejoras en la infraestructura portuaria, forman parte de un plan de expansión del comercio exterior que el Gobierno Entrerriano está llevando adelante junto al sector exportador y los productores de la región.
Este sábado zarpó el ultramarino Pewee desde el puerto de Concepción del Uruguay con 14.000 toneladas de madera con destino a China. En la rada exterior del mismo puerto está esperando para ingresar el Daiwan Infinity para realizar una operación similar y terminará completando sus bodegas en el puerto de Ibicuy. Este ritmo de embarques marca el notable incremento de operaciones de exportación que se están llevando adelante desde los puertos públicos entrerrianos.
Esta curva de crecimiento de la actividad portuaria en Entre Ríos está sumando nuevas empresas exportadoras interesadas en los beneficios de contar con puertos de salida al mundo cerca de las cadenas de producción.
El embarque que se completó esta semana fue la primera experiencia desde Entre Ríos de las empresas TGL y PTP Group, la primera es un conglomerado de alcance internacional vinculado a la logística y cargas a granel en todo el mundo, mientras que PTP Group es un holding referente de servicios logísticos que opera en terminales portuarias de 4 países y administra la Zona Franca Santafesina.
Ante el buen resultado de esta primera operación, los responsables de ambas empresas mantuvieron un encuentro con autoridades portuarias para avanzar en un plan de expansión de sus operaciones en Entre Ríos.
Andrés Bordaberry y Guillermo Misiano, CEOs de TGL y PTP Group, respectivamente, mantuvieron un encuentro este viernes con Carlos Schepens, presidente del Instituto Portuario Provincial de Entre Ríos (IPPER), y con Marcelo Gay Balmáz, titular del Ente Puerto Concepción del Uruguay. También estuvo presente el Sub Prefecto Nestor Abel Sinkovich, a cargo de Prefectura de Puerto en La Histórica.
Durante el encuentro Schepens remarcó la decisión del gobernador Gustavo Bordet de respaldar el desarrollo portuario como una política de Estado en toda la provincia. "Hemos alcanzado cifras de operaciones y volúmenes exportados como hacía 20 años que no teníamos en los puertos entrerrianos, todo esto es gracias una gestión permanente de apoyo al desarrollo productivo y a la generación de empleo genuino. Todo lo que signifique más trabajo para los entrerrianos tiene el respaldo del gobernador Bordet y del Ministro de la Producción, Juan José Bahillo", detalló Schepens.
Los empresarios, por su parte, hicieron hincapié en la necesidad de contar con mayores espacios dentro de los predios portuarios para agilizar las operaciones de embarque y garantizar un ritmo de trabajo que permita abastecer buques y barcazas de acuerdo a una demanda superior planificada para los próximos meses.
En este sentido, Schepens detalló los planes del Instituto Portuario tendientes a modernizar y optimizar los espacios de las terminales portuarias entrerrianas "ya que estamos hablando de puertos diseñados hace más de cien años que necesitan adaptar sus espacios para adecuarse al formato del comercio internacional del Siglo XXI. En el pasado se necesitaban galpones, hoy la demanda es de espacios para el acopio de contenedores y mercaderías de todo tipo, por lo que este tema está dentro de nuestra planificación", resaltó el Presidente del IPPER.
La necesidad del ferrocarril
En el mismo sentido, se señaló como de vital importancia para la logística y la agilidad de los embarques, la reactivación de la línea del tren de cargas que une las ciudades de Basavilbaso hasta el puerto de Concepción del Uruguay, teniendo en cuenta los buenos resultados ya obtenidos con la recuperación del ramal que llega hasta el Puerto de Ibicuy proveniente del norte mesopotámico.
Ambos empresarios comprometieron su respaldo a las gestiones del Gobierno Provincial para la recuperación de esta línea ferroviaria, asegurando volúmenes de carga que justifiquen las inversiones necesarias para la puesta en marcha de este tramo de vías.
Comercio
A pesar de que China tiene un enorme superávit bilateral con la Argentina, lanzó una investigación por el aumento de sus importaciones de carne
La insólita medida también afecta a Brasil y Uruguay y provocó una fuerte caída bursátil de empresas brasileñas con presencia en el país. El gigante asiático, que en noviembre proveyó 22,7% de las compras pero absorbió solo 5,2% de las ventas argentinas, acumula desde 2008 un saldo a su favor de más de USD 87.000 millones.
El Ministerio de Comercio de China inició una investigación sobre las importaciones de carne vacuna a raíz dedenuncias de la Asociación China de Ganadería y representantes de nueve provincias, para determinar si el aumento en las compras internacionales entre 2019 y 2024 dañó la estabilidad del mercado interno.
"El denunciante afirma que el agudo aumento (de las importaciones de carne) impactó la industria doméstica china, que ha experimentado un daño sustancial y que hay una relación causal entre el aumento del volumen de importaciones y el daño sustancial", dice un cable de Xinhua News, la agencia estatal de información que informó sobre la medida de Beijing.
Según datos oficiales citados por el Ministerio, las importaciones de carne vacunacrecieron 64,9% entre 2019 y 2023 y durante el primer semestre de 2024 el aumento fue de 106,28% en relación al mismo período de 2019, lo que se tradujo en un alza desde el 20,5% de participación de mercado en 2019 a 30,9% en el primer semestre de 2024.
Tocados
Además de la Argentina, la medida afecta también a Brasil y Uruguay. De hecho, a raíz del anuncio, ayer las acciones de empresas brasileñas como Marfrig Global Foods, JBS y Minerva, grandes cadenas de frigoríficos y con fuerte inversiones en la Argentina, cayeron en el índice Ibovespa 7,8%, 3,3%, 3,1% respectivamente.
En la Argentina, Marfrig es dueña de varios frigoríficos y de marcas como Paty, Tres Cruces, y Good Mark y de las salchichas Vienissima. Además, el mes pasado compró en USD 80 millones una fábrica de alimentos procesados y elaboración de hamburguesas en China, a ser en parte abastecida de carne de la Argentina, Brasil y Uruguay.
BS, por su parte, había hecho una gran inversión en frigoríficos en la Argentina, que en 2017 vendió a la también brasileña Minerva en USD 300 millones.La evolución de las exportaciones de carne de la Argentina. La parte roja de cada barra ilustra la importancia del mercado chino
El "daño sustancial" a los productores locales de carne esgrimido por Beijing es un argumento insólito proviniendo de una potencia cuyo PBI es unas 30 veces superior al de la Argentina y que mantiene con el país un enorme superávit comercial.
Considerando los datos más recientes informados por el Indec, desde 2008 y hasta el mes pasado el gigante asiático extrajo de su relación bilateral comercial con la Argentina un superávit bilateral de USD 87.217 millones, el doble de la deuda argentina con el FMI, casi tres veces las reservas del BCRA y unas veinte veces el monto de financiamiento comprometido por China para la construcción de las represas patagónicas, la más grande obra contemplada en la "Relación Estratégica Integral" firmada en 2014 por la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner con el todavía presidente chino Xi Jinping.
A diferencia de Brasil, Uruguay y otros otros países sudamericanos, que extraen del comercio con China un fuerte superávit bilateral, en el intercambio con China la Argentina mantiene un persistente saldo negativo.En noviembre la diferencia a favor de China fue de USD 851 millones. Ese mes China fue el segundo país (detrás de Brasil) que más exportó a la Argentina, con USD 1.189 millones, un 22,7% del total de importaciones argentinas, pero le compró por USD 388 millones, apenas un 5,2% de las exportaciones del país. De hecho, el mes pasado China fue el quinto destino de las ventas externas de la Argentina, detrás de Brasil, Estados Unidos, India y Chile y apenas por encima de la India, el sexto cliente comercial.
Datos
Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) "la República Popular China continúa siendo principal destino, en volumen" de las ventas argentinas del sector cárnico. En noviembre fueron 52.000 toneladas (incluye huesos), seguido por Chile con 2.300 toneladas, y por Alemania con 2.000 toneladas. En volumen (tonelaje) se trata del 74% de las exportaciones cárnicas argentinas, aunque en valor la proporción se reduce al 52%, porque Chile y Alemania compran carne de mejor calidad y pagan precios más altos que China, cuyos compradores –dicen los exportadores argentinos- son "durísimos negociadores". El precio promedio de las ventas de carne a China fue en noviembre de USD 2.900 la tonelada, contra USD 10.320 de las ventas por tonelada a Alemania y USD 7.035 de las ventas a Chile.La distribución del tonelaje exportado en los primeros 11 meses de 2024
En completos sectores industriales, como la siderurgia y el rubro automotriz, y en bienes específicos, como baterías para vehículos eléctricos, molinos eólicos y paneles solares, China prácticamente se apropió del mercado mundial e inunda una gran cantidad de mercados con sus productos, que además gozan de fuertes subsidios.
"La aparente complementariedad entre una economía que necesita materias primas y quiere exportar productos manufacturados y nuestros países, con grandes recursos naturales (agrícolas y minerales) es absolutamente asimétrica. China gana y Brasil pierde", le dijo Rocca a sus pares brasileños en agosto, en una reunión de empresas siderúrgicas sudamericanas.
"Las importaciones chinas ayudan a controlar la inflación en nuestros países, pero tienen un impacto negativo en nuestros sectores industriales; y tienen efectos aún peores sobre la inversión y el crecimiento", subrayó el CEO del grupo Techint.
"Amenaza china"
Rocca presentó allí un documento de título explícito: "La amenaza china para la sustentabilidad del sector siderúrgico de América Latina", en el que precisó que la capacidad de producción de acero de China aumentó 690% desde el año 2000, hasta superar los 1.000 millones de toneladas anuales, pasando del 15 al 54% del total mundial, mientras la producción siderúrgica latinoamericana aumentó solo 4 por ciento.
"El exceso de capacidad siderúrgica en el mundo, persistente y estructural, se debe a factores ajenos al mercado. Está impulsado por intervenciones gubernamentales, principalmente de China, que distorsionan el comercio y las inversiones globales, perjudicando la competencia y fomentando prácticas desleales (…) mediante la presencia de empresas estatales productoras de acero, medidas de apoyo estatal y otras prácticas que impulsaron inversiones y préstamos masivos e irracionales en el sector del acero (…) Todo ello llevó a la práctica generalizada de China de exportar productos siderúrgicos al resto del mundo en volúmenes significativos a precios basados en costos distorsionados por la injerencia estatal, lo que constituye comercio desleal", dice el documento.Paolo Rocca, el CEO del grupo Techint, en su presentación en Alacero, donde advirtió sobre los efectos de los subsidios siderúgicos chinos
Según Rocca, no se trata de una competencia leal. "China -aseguró- no es una democracia, es un país con un sistema de gobierno autoritario y centralizado, que tiene la capacidad de asignar recursos a diferentes sectores de la economía en base a decisiones de conveniencia táctica y estratégica". Además, citó un estudio de la Comisión Europea que enumera "anomalías que hacen que el sistema económico chino esté impulsado, en gran medida, por la intervención del Estado y del Partido Comunista Chino". Como ser amplia presencia de empresas estatales, simbiosis Estado-Partido, influencia del Estado y las empresas estatales en las compras, distorsiones financieras, violaciones a la propiedad intelectual, restricciones a la propiedad de la tierra, ausencia de sindicatos independientes, límites a la movilidad de las personas y costo subsidiado de la energía, entre otras cuestiones".
En la semana que pasó Brasil, socio de China en los BRICS (acronismo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, grupo al que en 2024 se sumaron otros cinco países y del que la Argentina declinó participar) rescató a 163 operarios chinos que trabajaban en condiciones de esclavitud en las obras de la automotriz China BYD para producir vehículos eléctricos en Brasil. Los obreros, que fueron identificados durante labores de inspección realizadas a partir de noviembre, son contratadas por el Grupo Jinjiang, también de China, a su vez contratada por BYD para la construcción de la fábrica en Camaçari, municipio de la zona metropolitana de Salvador, en el estado de Bahía.
De esa potencia económica cuyo PBI de un mes equivale al de unos dos años y medio de actividad económica en la Argentina, vino la denuncia de los productores locales y se inició la investigación del Departamento de Comercio de China.
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