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Los detalles del Plan Conectar, en el que el Gobierno invertirá $37.900 millones

La iniciativa prevé universalizar el acceso a los servicios TIC y a las conexiones de banda ancha de última generación. Comprende el relanzamiento de la industria satelital nacional y la TDA, entre otros puntos.

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El Gobierno nacional anunció en el día de ayer el Plan Conectar 2020-2023, que requiere una inversión por $37.900 millones para potenciar la estructura de comunicaciones, a fin de alcanzar la «universalización del acceso a los servicios TIC y a las conexiones de banda ancha de última generación» de los habitantes.

La inversión se destinará a cuatro ejes: al Sistema Satelital Argentino, a la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo), la Televisión Digital Abierta y al centro nacional de datos, todas iniciativas lideradas por la empresa estatal Arsat.

Sistema Satelital

De la inversión, $19.950 millones serán para el Sistema Satelital Argentino para el «reimpulso» de esa industria nacional, que incluye el desarrollo, construcción y lanzamiento del Arsat SG1, «el primero de la segunda generación de satélites de la empresa estatal», remarcan en la empresa, donde prefieren que no se utilice el término Arsat 3 para referirse a este nuevo emprendimiento.

El Arsat SG1 permitirá brindar conectividad satelital de alta calidad a más de 200.000 hogares rurales, según indicaron desde la empresa.

«Este proyecto se había discontinuado en la gestión anterior, y obligó al Estado Nacional a pagar más de 7 millones de euros para proteger la posición orbital argentina», difundió un comunicado de la Jefatura de Gabinete.

«Este proyecto se había discontinuado en la gestión anterior, y obligó al Estado Nacional a pagar más de 7 millones de euros para proteger la posición orbital argentina»

Señaló también que «al no contar con un satélite propio en esa posición, el país no pudo brindar servicios satelitales a las poblaciones rurales que hasta ahora siguen sin conexión» y recordó que en febrero pasado comenzaron las primeras reuniones de trabajo para la construcción de la segunda generación de satélites argentinos de telecomunicaciones.

Fibra óptica

Otros $13.200 millones se destinarán a la red Federal de Fibra Óptica (Refefo) con la construcción e iluminación de nuevos 4.408 kilómetros de fibra, para llegar a los 38.808 kilómetros en el 2023.

La red, que comenzó a construirse en el 2010, también requiere de una actualización de equipos para multiplicar por 10 la capacidad de banda ancha que provee a prestadores de internet. Según cifras de Arsat, a fines del 2019 la red tenía 34.400 kilómetros, de los cuales 31.150 estaban iluminados y 1049 localidades conectadas. Ahora la previsión es que la ampliación permitirá llevar internet de alta calidad a 22 millones de personas en el 2023.

Televisión digital

La Televisión Digital Terrestre, que permite el acceso a las señales digitales audiovisuales por antena, invertirá $450 millones para la «recuperación de las 100 estaciones de transmisión», que permiten tener cobertura en más del 80% del territorio.

El objetivo del Gobierno es también renovar los equipos de la plataforma, de modo de mejorar la calidad de la imagen y asegurar que llegue a unos 10 millones de hogares en el país.

Centro Nacional de Datos

El Centro Nacional de Datos, que funciona en las instalaciones de Arsat en la localidad bonaerense de Benvídez, recibirá una inversión por $4.300 millones, a fin de actualizar los equipos de almacenamiento, servidores, redes, backup y software.

También se ampliarán los servicios de cloud, que han tenido una fuerte demanda este año debido a la pandemia de coronavirus, que aceleró la migración a la «nube» de servicios y aplicaciones públicas.

Además, se ampliarán las políticas de contingencia «con los máximos estándares internacionales».

Hasta ahora, el Centro de Datos de Arsat es «uno de los data center más confiables y seguros de Latinoamérica y el único del país con certificaciones TIER III del Uptime Insitute» y también recibió la certificación ISO 27001 en el 2013, por tener las mejores prácticas en la gestión de la seguridad de la información.

En el 2015, el data center recibió la ISO 9001:2015, que estandariza el sistema de control de calidad de las organizaciones, gestionando y controlando la calidad en todos los procesos.

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Plataformas freelance: ¿siguen siendo efectivas como oportunidad laboral?

En los últimos años, vienen ganando adeptos varias plataformas para freelancers que cuentan con muchos usuarios latinoamericanos. Ávidos de poder acceder a clientes de todo el mundo, se adentran en estos sitios para encontrar tareas sencillas y que conlleven pocas horas, aunque con la ventaja de poder valuar su trabajo remoto en dólares y generar contactos para futuras oportunidades laborales y fidelizar clientes.

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Por Gabriela Yalangozian

Parece una panacea, pero conseguir trabajar bajo la modalidad freelance a través de plataformas como Workana, Freelancer, Upwork o Fiverr, entre las más conocidas, no es tan sencillo como parece. En principio, se debe saber que estos portales  actúan como intermediarios entre clientes y autónomos. Y como todo trabajo remoto, existen pros y contras. 

El primer paso es crear una cuenta en cada una de estas plataformas, pero eso no es suficiente. Cada trabajador freelance tiene que tener un perfil que incluya sus mejores portfolios, habilidades, y capacidades, a fin de tener mejores chances de ser elegido por el cliente que busca uno o varios trabajadores para concretar determinadas tareas. Además, se debe saber que, si se consigue ese trabajo remoto, el portal recibirá un porcentaje de la paga que el usuario reciba.

Cada una de estas plataformas recibe un porcentaje de la paga que recibe por su trabajo remoto el freelancer. Foto: Freepik

Los portales de trabajo remotos más conocidos son:

  • Upwork

Es uno de los mercados freelance más grandes para profesionales independientes con clientes de todo el mundo. Pero si bien se publican miles de puestos de trabajo remoto, también la competencia es muy grande y es más difícil destacarse para ser contratado. Además, tiene un programa donde reclutadores emparejan al trabajador con clientes potenciales, con un pago por parte del aspirante a realizar la tarea. Existen también, diferentes niveles de perfil freelance en función del rendimiento, reseñas y cuánto dinero se gana en un año. 

Por otro lado, y como en todas estas plataformas, hay que tener cuidado de no caer en puestos de trabajo fraudulentos o «scammers» (estafadores). 

  • Fiverr

Fiverr funciona a través del ofrecimiento llamados "gigs" que se configuran según las habilidades del trabajador. Las gigs son paquetes de servicios con entregables y tiempos de realización predefinidos. Estos paquetes pueden tener hasta 3 niveles de entrega con diferentes precios, y permite a los clientes darle una propina a su contratado por un buen trabajo realizado. Fiverr es una de las pocas plataformas que también ofrece cursos para freelancers y autónomos.

Por otro lado tiene una gran variedad de ofertas que van de 5 a 995 dólares por oferta; y muchos clientes buscan contratar a algún freelancer pagando lo menos posible por trabajos sencillos, También tiene como contra que hay mucha competencia y es difícil conseguir los primeros clientes.

  • Workana

Workana es el mayor mercado freelance para profesionales independientes y clientes de habla hispana, y eso la hace también extremadamente competitiva. En esta plataforma, los clientes publican un proyecto y los freelancers se postulan enviando una propuesta. Si el cliente está interesado, recibes una respuesta y negocias los detalles antes de ser contratado. Lo malo es que, al ser muy competitiva, los clientes reciben decenas de propuestas por trabajo y los proyectos suelen pagarse a un bajo valor.

  • Freelancer

Freelancer es una de las plataformas freelance que tiene más años en el mercado y se pueden encontrar puestos laborales en más de 1.800 categorías. Para conseguir clientes hay que presentar una carta de presentación y «pujar» con otros frelancers por el puesto de trabajo con una propuesta concreta; si se logra calificar, puede ser incorporado por el cliente como proveedor de servicios. Otra forma es participar en concursos realizando el trabajo requerido, pero sólo se cobra si se es elegido como ganador. Lo bueno es que es una plataforma grande y con un flujo constante de proyectos. Lo malo es que la comisión es elevada y que, de no ganar un concurso, se trabajó sin obtener rédito alguno.

Otras plataformas no tan conocidas en Argentina pero que funcionan de una manera similar son Toptal, Guru, 99Designs, People Per Hour, We Work Remotely, Outsourcely, ServiceScape y Writer Access, entre muchas otras.

MDZ dialogó con distintos argentinos que tuvieron experiencias con estas plataformas. Algunas buenas otras nulas. Foto: Freepik

Experiencias de distinto tipo

Carolina Martino es mendocina y comunicadora social. En septiembre del año pasado tuvo la iniciativa de crearse un perfil en Upwork para poder tener un ingreso extra y en dólares. «Desde entonces hasta ahora, únicamente concreté un solo trabajo en el que me pagaron 20 dólares por un artículo de 600 palabras. La plataforma se quedó con una comisión del 20%, por lo cual gané 16 dólares en total. Pero como el monto no llega al mínimo, nunca lo pude retirar», explicó a MDZ.

«Muchos de mis colegas que conozco te van a decir lo mismo. Es más, algunos ni siquiera han tenido la experiencia de haber concretado algún trabajo. Yo me metí en Upwork y a las dos semanas salió ese laburo. En este rubro, es difícil. Por ahí diseñadores gráficos o editores de video puede que tengan un poquito más de salida laboral. Pero tampoco es que hacen un gran diferencia», aseveró.

«En la mayoría de las plataformas te pide que llenes un perfil y obviamente, de acuerdo a tus antecedentes y a tu currículum, podés acceder a diferentes trabajos. En Workana, vos podés hacer correcciones o transcribir audios, pero esas tareas son las que más postulantes tienen. Y finalmente realiza el trabajo quien menos dólares por hora cobra. Tanto así que, al final, no te conviene postularte», analizó Carolina.

«Creo que uno se mete con muchas expectativas de lo que realmente estos portales tienen para ofrecer. Quizás sea el nicho, la comunicación, que está medio colapsado. Para mí, uno de los grandes defectos con Workana, por ejemplo, es que no hay un feedback con un posible cliente. Hay veces que un solo puesto tiene con mil propuestas de distintos aspirantes», reflexionó.

«Llega un momento donde la autoestima pesa y decís: ´bueno, evidentemente esto no es para mí´. Antes era muy conveniente por el pago en euros o en dólares. Hoy, sinceramente, no conviene. No solo porque no podés sacar el dinero, sino porque te cobran impuestos para poder pasarlo a pesos. Yo hoy las he dejado de lado directamente», concluyó.

«Antes era muy conveniente por el pago en euros o en dólares. Hoy, sinceramente, no conviene», señaló la mendocina Caro Martino. Foto: Freepik.

Carlos Gaia es programador y contó a MDZ que la experiencia que tuvo junto algunos de sus ex compañeros de trabajo. «Entré en su momento como freelancer a ver de qué se trataba. Y bueno, son trabajos concretos que tienen un formato que es al estilo subasta. Ocurre que tenés que competir por ese mismo trabajo con programadores de Bangladesh, de la India, de China… Y algunos que están muy especializados y ya tienen los diseños como ´prefabricados´, por decirlo de alguna manera», explicó.

«Por esta razón, a mí nunca me llamó la atención, no me parecía rentable. A otros compañeros les pasó lo mismo. Lo que sé es que quienes no tienen mucha experiencia, ingresan a Bellatrix, ahora que es de Globant, y empieza por ahí. Pero si ya tenés un título de ingeniería en sistema, una licenciatura o tenés tres o cuatro años de experiencia, no te rinde tampoco hacer experiencia allí. Te conviene trabajar en relación de dependencia o directo para algún cliente por contrato, más que buscar tareas remotas a través de este tipo de plataformas«, aseguró.

La experiencia de Florencia Potter, fotógrafa de CABA, que hoy está viviendo en París, fue diferente a la de Carolina o Carlos. Ella empezó hace cinco años en estas plataformas y se hizo una cartera de «clientes referidos». «Hoy solamente entro a estos portales, si se me ´cae´ algún cliente», señaló a MDZ.

«Upwork, Fiverr, Workana, Freelancer, trabajé con varias de ellas. Lo que tenés que buscar es clientes, no trabajo», aconsejó

«Si no tenés un oficio o una carrera, podés aprender una profesión de esas que antes no existían como esto de ser asistente virtual que es como un secretariado remoto que calendariza compromisos. También podés hacer tareas de contenido para redes o branding digital», ejemplificó.

«Hay mucha competencia, es sí. El tema es persistir y armar un muy buen perfil. Mi sugerencia a aquellos que quieran ingresar es que se lo tomen como lo hacen en una búsqueda de trabajo normal. Es decir, dedicarle cuatro horas aplicando a trabajos, mandando CV, etc. Sin dudas, puede convertirse en una forma de obtener ingresos extra. Pero, si querés, hasta podes vivir del trabajo remoto como freelance si vas enganchando clientes y la ´rueda´ comienza a girar», afirmó Florencia. 

Fuente: Mdzol

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