Internacionales
Preocupación en China por un rebrote de contagios después de la pandemia
La OMS confirmó este lunes la aparición de un nuevo foco de contagios de coronavirus en China, origen de la enfermedad, y exhortó a mantenerse alerta ante la posibilidad de rebrotes en países que ya pasaron lo peor, mientras la ONU llamó a los empresarios a "abordar riesgos" para construir un mundo más sostenible e inclusivo después de la pandemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó la aparición de un nuevo foco de contagios de coronavirus en China, origen de la enfermedad, y exhortó a mantenerse alerta ante la posibilidad de rebrotes en países que ya pasaron lo peor, mientras la ONU llamó a los empresarios a "abordar riesgos" para construir un mundo más sostenible e inclusivo después de la pandemia.
Paralelamente, se profundizó el contraste entre América, donde las infecciones siguen creciendo exponencialmente al extremo de que varias personas murieron en calles de Bolivia por el colapso de los hospitales, y Europa, donde lo peor de la pandemia quedó atrás y varios países dieron este lunes nuevos y sustantivos pasos hacia la reanudación de las actividades habituales, incluida la reapertura de algunas fronteras.
"Beijing entró en un periodo extraordinario; pueblos y comunidades residenciales deben trabajar rápidamente, en estado de guerra, para prevenir la transmisión del virus en la capital", afirmó en conferencia de prensa el vocero municipal Xu Ying, después de que en los últimos días se registraran al menos 79 contagios en el principal mercado mayorista de alimentos de la ciudad.
El rebrote -cuyo origen aún no había sido determinado- se produjo una semana después de que Beijing rebajara su nivel de emergencia sanitaria luego de que no se reportaran nuevos casos durante 50 días, por lo que las autoridades pidieron a los hospitales que realicen pruebas de ácido nucleico, test de anticuerpos, tomografías y análisis de sangre a todos los pacientes que lleguen con fiebre.
La OMS informó que los casos confirmados por ese rebrote eran más de 100 y su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que "incluso en los países que han demostrado capacidad de suprimir la transmisión, todos deben permanecer alertas ante un posible resurgimiento".
En tanto, la ONU exhortó al sector empresarial a ayudar a construir un mundo mejor después de la pandemia de coronavirus, con acciones urgentes en materia de cambio climático, desarrollo sostenible y lucha contra la desigualdad.
"Ahora, más que nunca, cuando se toman grandes decisiones sobre nuestro futuro, las compañías tienen que abordar riesgos ambientales, sociales y de gobernanza de una forma integral e ir más allá de la normalidad; si no podemos hacer que la globalización funcione para todos, no funcionará para nadie", afirmó el secretario general, António Guterres, al inaugurar la cumbre del Pacto Global de la ONU.
Mientras tanto, el nuevo coronavirus siguió golpeado particularmente al continente americano, que tiene a los dos países con mayor cantidad de casos confirmados y muertes por la enfermedad: Estados Unidos, con más de 2,1 millones de contagios y de 116.000 fallecimientos; y Brasil, con más de 888.000 infectados y casi 44.000 decesos.
La postal más dramática provino de Bolivia -cuyas autoridades reportaron 18.459 casos confirmados y 611 defunciones-, donde al menos seis personas murieron por coronavirus en La Paz, Cochabamba y Beni, algunas de ellas en la calle, debido a la saturación de la capacidad de los hospitales, según diversas denuncias recogidas por el diario paceño Página Siete.
En Chile, con 179.436 contagios y 3.362 muertes por coronavirus, el gobierno extendió por otros 90 días el estado de excepción constitucional de catástrofe que permite disponer de las fuerzas armadas y de seguridad para afrontar las situaciones sanitarias y de orden público generadas por la pandemia.
En cambio, Paraguay -uno de los países menos afectados por el virus, con 1.296 contagios y 12 decesos- inició ayer la tercera etapa de salida gradual de la cuarentena, que implica la reapertura de restaurantes, bares y gimnasios bajo ciertas condiciones e implicó el retorno al trabajo de unas 70.000 personas, según afirmó la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo.
En Europa, varios países avanzaron en busca de recuperar parte de su vida normal.
Alemania -con 187.682 contagios y 8.807 defunciones- reabrió sus fronteras después de tres meses y rehabilitó los vuelos desde y hacia Austria, Dinamarca, Francia, Italia y Suiza, pero pidió a sus habitantes que sean prudentes en sus desplazamientos y les recomendó que no viajen a España, Finlandia, Noruega y Suecia.
El ministro de Exteriores, Heiko Maas, advirtió que quienes viajen a países donde haya rebrotes de Covid-19 o cierre de fronteras deberán regresar por su cuenta, pues el gobierno no fletará aviones para repatriarlos.
En el Reino Unido -con 298.312 contagios y 41.821 muertes- reabrieron ayer miles de comercios minoristas luego de tres meses, con distanciamiento entre personas y cantidad limitada de clientes por vez pero sin obligación de que lleven tapabocas.
El director para Europa de la OMS, Hans Kluge, dijo al diario The Guardian que el Reino Unido no debería levantar la cuarentena hasta que el sistema de test y rastreo pueda ser implementado a una gran parte de la población porque el país está todavía en una "fase muy activa de la pandemia".
En Francia -con 194.305 casos y 29.439 fallecimientos-, desde el lunes es posible sentarse en el interior de restaurantes y bares en París, y el presidente Emmanuel Macron anunció que el lunes próximo todos los alumnos volverán a las clases "de manera obligatoria y en condiciones normales".
El ministro de Salud, Olivier Véran, reportó la cantidad diaria de muertos más baja en tres meses y aseguró que lo peor de la pandemia "quedó atrás".
En Italia -con 237.290 contagios y 34.371 muertes-, las autoridades también anunciaron el menor número de muertos en un día desde principios de marzo y a partir de ayer volvieron a funcionar cines, teatros y campamentos para niños.
El mundo contabilizaba 7.823.289 casos confirmados de coronavirus (132.581 en las últimas 24 horas) y 431.541 decesos por la enfermedad (3.911 nuevos), según el balance diario de la OMS, o 7.969.003 contagios y 434.669 defunciones, según reportaba esta tarde la base de datos en línea de la universidad estadounidense Johns Hopkins, de actualización constante.
Geopolítica
Donald Trump y el amanecer de una nueva era: la segunda presidencia que promete transformar al mundo
Trump asume su segundo mandato con una agenda que busca consolidar su legado y desafiar las bases del progresismo hegemónico. ¿Qué implicancias históricas podría tener este nuevo ciclo?
«Mañana al mediodía, se cierra el telón de cuatro largos años de decadencia estadounidense y comenzamos un nuevo día de fortaleza, prosperidad, dignidad y orgullo estadounidenses". Con estas palabras, pronunciadas el 19 de enero en un mitin en Washington, Donald Trump anunció su regreso triunfal a la Casa Blanca, marcando el inicio de lo que él mismo llama una "nueva era" para Estados Unidos y el mundo.
Este segundo mandato de Trump no solo promete completar lo que quedó pendiente en su primera gestión. También busca consolidar un proyecto soberanista que desafía décadas de hegemonía globalista-progresista.
El retorno del líder del movimiento MAGA a la presidencia el 20 de enero de 2025 llega en un contexto histórico que difiere considerablemente del comienzo de su primer mandato en 2017. En aquel entonces, su ascenso fue visto como un evento disruptivo en medio de una hegemonía globalista bien establecida y con amplios consensos internacionales.
Ahora, sin embargo, se encuentra en un panorama donde el globalismo muestra grietas significativas. Gobiernos afines, como los de Javier Milei en Argentina, Giorgia Meloni en Italia o Viktor Orbán en Hungría, le ofrecen un entorno más favorable para desarrollar su agenda soberanista.
Además, el escenario económico también ha cambiado: la inflación global, las crisis energéticas y el aumento de tensiones geopolíticas han debilitado la confianza en las instituciones tradicionales, abriendo espacio para su narrativa soberanista. Si en aquella ocasión su victoria sorprendió a un sistema que lo consideraba una anomalía, hoy su figura simboliza una corriente global que se está fortaleciendo.
Gobiernos de derecha emergentes, como los mencionados, más otras experiencias políticas que podrían llegar al poder próximamente -como Agrupación Nacional en Francia, Alternativa por Alemania en Alemania y el Partido Conservador en Canadá- representan una red de aliados que podría facilitar la concreción de sus ambiciosas metas.
Por ejemplo, Orbán y Meloni han liderado una agenda anti-globalista en la Unión Europea, impulsando políticas que fortalecen la soberanía nacional, que combaten la migración irregular y que han desafiado a Bruselas. Esto podría alinearse con las prioridades de Trump en acuerdos bilaterales.
Yendo un paso más allá, estas relaciones también podrían materializarse en iniciativas conjuntas para reformar instituciones internacionales sumamente cuestionadas como la ONU -y todos sus organismos asociados como la OMS y la OM-, alineándolas con valores soberanistas. En este sentido, hay que ver cómo avanza la idea de Milei de crear una «Liga de Naciones Conservadoras», que además de los mencionados incluye a Israel.
Desde esta perspectiva, el legado del gobierno de Joe Biden se perfila como una mera transición entre los dos mandatos de Trump. Bajo el prisma del nuevo presidente, los cuatro años de Biden serán recordados por un retroceso en materia económica y social, un descontrol migratorio y una política internacional percibida como débil.
La primera gestión de Trump estuvo marcada por su postura disruptiva, enfrentando tanto a las instituciones multilaterales y siendo constantemente obstaculizado, además, por una oposición interna feroz -inclusive dentro del Partido Republicano- y un sistema mediático que actuó como un brazo del establishment progresista.
Su derrota electoral en 2020, que fue claramente fraudulenta, fue el punto de inflexión que encendió las bases para este retorno. Este hecho también alimentó la narrativa de su movimiento, centrada en la transparencia electoral y en la necesidad de reformar las instituciones corruptas.
En 2025, el escenario político es diferente: además del apoyo global mencionado, en su propio país, Trump ha logrado captar el respaldo de actores antes neutrales o críticos, como Silicon Valley y Wall Street.
Un ejemplo simbólico del cambio de alineaciones es Elon Musk, quien no solo respaldó la campaña de Trump, sino que ahora jugará un papel clave en su gabinete como titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DoGE). En este cargo, Musk liderará iniciativas destinadas a optimizar el funcionamiento de las agencias federales, reducir el gasto innecesario y aplicar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial para mejorar la transparencia y la eficacia del gobierno.
Musk, quien fue uno de los pocos oradores del mitin del 19 de enero en el Capital One Arena de Washington D. C., no solo ocupará un rol central en la nueva Casa Blanca. El dueño de la red social X, además, parece dispuesto a llevar su impronta disruptiva a otros lugares del mundo, para apuntalar partidos de nueva derecha, como está ocurriendo con Alemania y Gran Bretaña.
Volviendo al plano doméstico, Trump ha delineado un programa político que promete acciones inmediatas. La magnitud de la crisis fronteriza, que ha registrado más de 2.7 millones de cruces ilegales solo en 2024 según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), subraya la urgencia de estas medidas. Se esperan órdenes ejecutivas al respecto en cuanto el dirigente republicano llegue al Salón Oval el lunes.
Entre estas iniciativas, se destaca la implementación de un plan de deportaciones masivas -que podría empezar a operar tan rápido como el martes próximo-. Además, ya anunció la reconstrucción del muro fronterizo, con nuevas tecnologías de vigilancia.
En línea con su reforma tributaria de 2017 (que redujo los impuestos corporativos del 35% al 21%), este año, prometió impulsar la reducción de impuestos "más grande de la historia de Estados Unidos".
Asimismo, durante el mitin en el Capital One Arena, reafirmó su intención de indultar a todos los presos políticos vinculados a los hechos del 6 de enero de 2021 el mismo lunes de su asunción. También anunció que durante su segundo mandato desclasificará todos los documentos relacionados con el asesinato de figuras históricas como John F. Kennedy, Robert Kennedy y Martin Luther King Jr.
En línea con su política exterior no intervencionista y pacifista, Trump no escatimó palabras para delinear su enfoque. "Pondré fin a la guerra en Ucrania. Pondré fin al caos en Oriente Medio. Evitaré que se produzca una Tercera Guerra Mundial", declaró ante miles de personas en su último acto antes de asumir oficialmente su segundo mandato.
En América Latina, su relación con Javier Milei promete un enfoque coordinado contra el socialismo regional, con especial énfasis en Venezuela. Actualmente, Estados Unidos mantiene sanciones a más de 100 altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, y Trump ha indicado su intención de ampliar estas restricciones para aislar económicamente a Caracas.
Hablando de Argentina, el gobierno de Milei será el gran aliado de la nueva Casa Blanca en Latinoamérica. Por un lado para concretar una mayor colaboración en la lucha contra el narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales cuya base es el narcoestado de Venezuela. En el ámbito económico, se promoverán acuerdos que favorezcan la inversión y la cooperación entre ambos países, especialmente en sectores como la energía y la tecnología (inclusive avanza el proyecto de un acuerdo de libre comercio entre ambas naciones). Socialmente, esta alianza buscará inspirar un cambio en el discurso público, con un fuerte énfasis en valores tradicionales y la defensa de las libertades individuales, marcando un contraste con los gobiernos progresistas de la región.
En efecto, el regreso de Trump representa un choque frontal con el progresismo que marcó las últimas décadas. Al reivindicar valores tradicionales y una agenda que desafía la ideología de género, el aborto y el estatismo, este segundo mandato se presenta como una reivindicación del "sentido común" que ha sido desplazado por las imposiciones del globalismo.
Ejemplos concretos de esta agenda incluyen la prohibición de la financiación federal para programas que promuevan la ideología de género en escuelas públicas, el fin de la "locura trans", la promoción de los valores patrios y el impulso de políticas fiscales que reduzcan el rol del Estado en la economía. Además, la administración ha anunciado planes para fomentar el apoyo a las comunidades religiosas mediante desgravaciones fiscales, en un esfuerzo por revalorizar la fe como pilar de la sociedad.
Por supuesto, se descarta que la resistencia de los sectores progresistas será feroz. ¿Será Trump capaz de ganar esta batalla y consolidar su legado como el líder que reconfiguró el mundo? En los próximos años, los ojos estarán puestos en este hombre que, utilizando sus propias palabras, ha prometido traer un "nuevo día de fortaleza, prosperidad, dignidad y orgullo". Por el bien de su país y del resto de las naciones, esperemos que cumpla.
Fuente: Mdzol
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