La medida se adoptó a pedido de la defensora oficial Débora Vanesa Cosatti, que solicitó que «se disponga, en carácter de medidas inhibitorias» el «cese de la publicación, reproducción, circulación de los audios e imágenes que están siendo publicados referidos a los hechos de investigación en este legajo en los diferentes medios de comunicación tanto televisivos, radiales, escritos, como digitales locales, provinciales y nacionales, como así también en las redes sociales, facebook, instagram, wattss app (SIC), google, etc, ordenando asimismo procedan a retirar de los portales las informaciones, videos, audios, noticias, y/o similares de los hechos referidos ya publicados, impidiendo la publicación de los mencionados en aquellos medios que aún no lo han hecho, como también la prohibición de realizar comentarios, ya sea directa o indirectamente respecto a los hechos que están siendo investigados en esta causa».
Se trata de la causa «Calveyra Silvina María y Galizzi Evangelina. Sus denuncias». La jueza anotó en su resolución que la defensora fundó su pedido en el hecho de que «el video de referencia que se encuentra en circulación afecta el honor, la intimidad, la dignidad y la honra de Rosa Pereyra, Cynthia Coccoz, Gisela Coccoz, Vanesa Coccoz y Silvana Coccoz, las cinco mujeres oportunamente sindicadas como víctimas en la presente causa, encontrándose revictimizadas con la exposición pública de los videos, imágenes, audios, de sus nombres, de sus apellidos, que desde el 30 de abril hasta la fecha están circulando por los distintos medios de comunicación y/o redes sociales vulnerando derechos personalísimos de las pre nombradas».
El caso de la familia Coccoz ya ha ganado otras veces la luz pública. En 2012, El Diario publicó la historia. Entonces, se relató el padecimiento de Cintia, quien a los 26 años escapó de la violencia de su padre. Primero estuvo alojada en el Hospital Nuestra Señora del Carmen; y luego fue evaluada por un equipo interdisciplinario del Hospital Escuela de Salud Mental, de Paraná.
En aquella época, la joven negó abusos, pero contó que su padre la privó de su libertad durante 13 años. "Horacio Coccoz es un hombre muy preparado, licenciado en Física, aunque su historia personal quedó estropeada luego de la última dictadura cívico-militar. Padeció la cárcel al igual que su hermano, Javier Coccoz, miembro del comando de inteligencia del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), que hoy integra la lista de desaparecidos", detalló la crónica de El Diario.
"Todo empezó a ser así en 1999. Ese año decidió que ninguno de sus hijos siguiera en la escuela; una de las hijas ni siquiera pudo concluir el 7º grado. Desde ese año, los aisló socialmente. Sin violencia, sin abusos, de un modo enfermizo los mantuvo a distancia del resto del mundo, de los vecinos, lejos de cualquier contacto", agregaba en aquella nota escrita hace 8 años.
Foto: Telema Reportes de Tala
Fuente: Entre Ríos Ahora