Un nuevo testigo presencial del asesinato de Fernando Báez Sosa se presentó ayer en la fiscalía y brindó un testimonio considerado «clave» para esta investigación, ya que es el primero que pudo relatar «paso a paso» la secuencia de casi 90 segundos que comenzó con corridas y terminó con el letal ataque. En esa descripción ubicó con precisión y detalle a distintos protagonistas e identificó con claridad a quien, según afirmó, «parecía el líder del grupo». Sería el mismo al que otra testigo, empleada de un hotel cercano al pinar donde se alojaba el grupo de amigos oriundos de Zárate, vio caminar delante de los demás hasta que, en un momento, les contó, jactándose, que «le había roto la jeta a uno» y que lo había dejado «lleno de sangre», mientras el resto se lo festejaba con risas.

Ese testigo dejó constancia en el expediente de que a Báez Sosa le pegaban cuando «estaba arrodillado» y describió a los atacantes, sus roles y los movimientos que tuvieron desde que salieron de la discoteca Le Brique. «Cuando se quería incorporar [Fernando], lo volvían a golpear, caía y le daban patadas», relató.

Por eso se lo convocó para que hoy se sume a otros tres testigos y participe de la cuarta y última ronda de reconocimiento que enfrentan los diez detenidos y el remero Pablo Ventura, implicado en la causa por el resto de los imputados, inicialmente detenido y pronto excarcelado cuando quedó casi probado que no había estado en el lugar del homicidio.

Durante la jornada de reconocimientos de ayer, que se extendió durante más de ocho horas, otros tres testigos comprometieron al menos a tres de los siete que en días anteriores ya habían sido señalados y ubicados en la escena del crimen o en sus inmediaciones.

Fernando Burlando, abogado de los padres de Báez Sosa, que ayer participó tanto de la nueva testimonial como de las ruedas de reconocimiento, afirmó al diario La Nación que el testigo que se incorporó en las últimas horas «es contundente en cuanto a quiénes fueron los agresores».

Junto a su colega Fabián Améndola confirmaron que de estas rondas surge que al menos siete de los diez acusados ya fueron mencionados con distintas participaciones. Pero advierten que dos de los tres que aún no fueron identificados estarían comprometidos porque aparecen en videos incorporados a la causa, siempre en tiempo y lugar próximo a donde mataron a Fernando.

En esta última jornada de ruedas se pudo conocer que dos testigos ubicaron a Luciano Pertossi golpeando a Fernando. Otros dos dijeron que Ayrton Viollaz arengaba para que no se detuviera el ataque. Y otro dijo haber visto a Matías Benicelli como parte del grupo agresor. Máximo Thomsen es, hasta el momento, el más señalado como quien más golpeaba a Fernando. Él habría sido el «líder» del ataque.

En esa misma acción también fueron señalados Enzo Tomás Comelli y, ahora, también Luciano Pertossi, dando trompadas y patadas a Báez Sosa en la vereda frente a Le Brique. En un perímetro cercano, arengando, evitando que alguien se metiera o golpeando a amigos de Báez Sosa fueron identificados Viollaz, Benicelli y Ciro Pertossi, a quien también se involucró con el inicio de la discusión y las primeras agresiones dentro del boliche. Y a Lucas Pertossi se lo marcó como parte del grupo. Según fuentes de la investigación, Juan Guarino, Alejo Milanessi y Blas Cinalli son los que aún no fueron identificados en esas rondas que continuarán a las 8.30 de hoy.

El nuevo testigo, según los querellantes, es turista, permanecía en la ciudad y se presentó de manera espontánea. Pidió declarar y se lo convocó para ayer a la mañana. «Lo decidió cuando vio a los padres de Fernando llorando; se sintió afectado porque estando ahí no había podido hacer nada para defenderlo», afirman que explicó.