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Economía

El superávit comercial llegaría a U$S 14.000 millones en 2019

Si bien desde mediados del año pasado se derrumbaron casi todos los indicadores económicos, entre los que se encuentran el consumo interno, la inversión y el gasto público, hay una variable que mejoró sustancialmente, en parte por el deterioro de las demás: la balanza comercial de bienes.

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El superávit comercial, único brote verde, llegaría a U$S 14.000 millones en 2019

Si bien desde mediados del año pasado se derrumbaron casi todos los indicadores económicos, entre los que se encuentran el consumo interno, la inversión y el gasto público, hay una variable que mejoró sustancialmente, en parte por el deterioro de las demás: la balanza comercial de bienes. En ese marco, dado que la recesión sigue sin encontrar su piso, la mejora del saldo comercial se mantendrá en la segunda mitad del año, y el superávit comercial de bienes rondaría U$S 14.000 millones en 2019, afirmó el último informe de Ecolatina publicado ayer.

Según la consultora, este resultado sería explicado por una importante caída de las importaciones (-22%), que cerrarían 2019 en la zona de U$S 51.000 millones y un tibio avance de las ventas externas (+5%), que acumularían U$S 65.000 millones este año, impulsadas en parte por la baja base de comparación que dejó la sequía de 2018 y los mayores saldos exportables que arroja una demanda interna deprimida.

Cabe destacar que la mejora respondió mayormente a un desplome de las importaciones, que roza el 30% i.a. en el acumulado a agosto (último dato disponible), y no a un avance de las exportaciones, que crecieron poco menos de 4% i.a. en los primeros ocho meses del año. En consecuencia, la recuperación del frente externo es más un subproducto de la crisis que el resultado de una mayor competitividad cambiaria o la apertura de nuevos mercados. Para que estas dos políticas arrojen resultados concretos, será necesario que las mismas sean sostenidas en el tiempo.

Volviendo a los números, dado que la recesión sigue sin encontrar su piso, la mejora del saldo comercial se mantendrá en la segunda mitad del año, y el superávit comercial de bienes rondaría los U$S 14.000 millones en 2019.

Economía brasileña

Más allá de las falencias locales, vale destacar que la mejora del resultado comercial sería aún mayor si la economía brasileña finalmente creciera -sus proyecciones de crecimiento pasaron de 2,5% a comienzos de año a menos de 1% en la última semana- y si nuestros términos de intercambio, es decir, los precios de nuestros productos de exportación respecto de los de importación no estuvieran cayendo (-17% i.a. en el acumulado a agosto) producto de la cosecha récord que apuntaló la oferta internacional de productos oleaginosos y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que retacea el crecimiento del gigante asiático.

Vamos hacia un superávit récord en 2020, ¿que el pago de la deuda se llevará? Lamentablemente -agrega Ecolatina-, el desempeño económico no mejoraría en 2020. A modo de ejemplo, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central arrojó una caída del PBI de 1,5% i.a. Además, pese al control de cambios y la obligatoriedad de liquidar las divisas provenientes de las exportaciones en no más de cinco días hábiles, el dólar cerraría el año próximo en la zona de 90 ARS/U$S, según el informe.

Dólar 2019, a $ 65

De esta manera, marcaría un avance cercano al 35% en 2020 -conforme al REM, de diciembre 2019 terminaría con una divisa en la zona de 65 ARS/U$S-, levemente por debajo de la inflación (+40% i.a.).

En consecuencia, el tipo de cambio real permanecería relativamente estable a lo largo del año próximo. Si consideramos los elevados pagos de deuda pública relevante (al sector privado y organismos financieros internacionales) en moneda extranjera, que debe afrontar nuestro país en 2020 (U$S 25.000 millones, más de 5% del PBI) y que los mercados de crédito permanecerán virtualmente cerrados, esta evolución parece lógica: el peso no se fortalecería, aun en un contexto de importantes restricciones a la demanda de moneda extranjera.

En este marco, proyectamos – dice Ecolatina- un superávit comercial cercano a U$S 19.000 millones para el año que viene, un récord histórico medido en dólares corrientes. Un resultado positivo de esta magnitud será fundamental por dos motivos. Por un lado, por su impacto tradicional sobre los sectores transables. Por el otro, porque el sector privado aportará dólares frescos para los pagos de deuda que el sector público debe realizar. En consecuencia, si este superávit no se materializara, y no aparecen fuentes de financiamiento alternativas como por ejemplo asistencia china, los pagos de deuda del año próximo deberían reestructurarse. Aunque tampoco puede descartarse un escenario de default con un superávit de 5% del PBI, lo cierto es que sin él sería casi inevitable.

Al igual que este año, a la mejora del saldo comercial de 2020 se llegaría tanto por una caída de las importaciones (que estimamos no menor al 5% i.a.), que rondarían U$S 48.000 millones, como por un avance de las exportaciones (en torno al 3,5% i.a.), que acumularía U$S 67.000 millones.

Demanda en rojo

Las explicaciones detrás de estas dinámicas serían similares a las de 2019: una demanda interna en rojo y un peso depreciado, que impactan negativamente en la coyuntura doméstica pero generan brotes verdes en el frente externo.

Por su parte, la economía brasileña podría ayudar (sus proyecciones de crecimiento rondan el 2% i.a.), algo que no sucederá este año, pero la cosecha agropecuaria no repetirá la excelente performance de 2019 ni su base de comparación será baja por la sequía de 2018. Asimismo, por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, más el anémico crecimiento de la economía europea, nuestros términos de intercambio no revertirían el deterioro de este año. En resumen, en 2020 el frente externo será otra vez una estrella solitaria dentro de una economía argentina golpeada en la mayoría de sus partes. Esperemos que también aporte los dólares necesarios para enfrentar los servicios de deuda relevante y se convierta en nuestro único héroe en este lío.

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Economía

El Gobierno quita subsidios a 9,5 millones de hogares de ingresos medios y bajos

El Gobierno de Javier Milei aplicará desde febrero un recorte en los subsidios en las tarifas de luz y de gas natural a unos 9,5 millones de hogares que pertenecen a los segmentos de ingresos medios y bajos. Esos usuarios tendrán una "bonificación" más baja en el precio de la energía en esos servicios públicos. Las boletas finales además aumentarán el mes que viene 1,5% y 1,6% promedio, respectivamente.

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Las medidas fueron oficializadas a través de resoluciones que publicó esta madrugada la Secretaría de Energía en el Boletín Oficial. Forman parte de la hoja de ruta del ministro de Economía, Luis Caputo, para acelerar la "motosierra" sobre las subvenciones y garantizar el equilibrio fiscal, además de la búsqueda por llevar la inflación por debajo del 2% mensual.

El subsidio del Estado implica que los usuarios tengan una bonificación sobre el precio pleno de la electricidad y/o el gas según el esquema de segmentación vigente: ingresos altos (Nivel 1) que pagan el "costo real", ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). El descuento desde ahora será del 65% para los N2 y del 50% para los N3 en ambos servicios, lo que representa en mayor medida un recorte en el beneficio.

Las bonificaciones vigentes desde junio pasado para la electricidad eran del 71,2% en N2 y del 55,94% en N3. En gas natural eran del 64% -solo en ese caso la cobertura sería mayor en un punto porcentual-, y del 55%, respectivamente.

Según datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) hasta diciembre había 9,5 millones de usuarios de energía eléctrica agrupados entre N2 (6,3 millones) y N3 (3,2 millones) que reciben subsidios, de un total de 16,2 millones de usuarios. Son unos 800.000 beneficiarios menos. En gas, son unos 5,3 millones con subvenciones de los 9,5 millones de usuarios totales residenciales, de los cuales los N2 son 3,1 millones y N3 2,2 millones.

Los N2 tienen, desde junio pasado, bonificado su consumo hasta un volumen máximo de 350 kilowatt hora (kWh) por mes y los N3 250 kWh mensuales, mientras que pagan pleno sobre el excedente. Energía tiene en estudio la posibilidad de aplicar un recorte en esos topes en los próximos meses, según pudo averiguar Infobae.

La Secretaría de Energía, al mando de María Tettamanti, también trabaja para en marcha desde mediados de 2025 un nuevo esquema de subvenciones. La premisa oficial es que existan solo dos tipos de usuarios bajo un sistema similar al de la tarifa social que se aplicó durante la gestión de Mauricio Macri: los que tienen y los que no reciben subvención. El Presupuesto 2025 preveía un recorte en subsidios de más de USD 3.000 millones, similar al que se dio este año. Recientemente el FMI pidió, entre otras cosas, mejorar la progresividad de la reducción de las subvenciones.

El Gobierno apuesta a profundizar la desaceleración de la inflación durante 2025, de cara a las elecciones legislativas. Es por eso que durante el verano se habilitarán aumentos en las tarifas de electricidad y gas natural por debajo del 2% mensual. En enero las subas habían sido de 1,6% en luz y 1,8% en gas. En febrero serán del 1,5% y 1,6%, respectivamente. También comenzará a regir la baja del 2% al 1% en el ajuste mensual del precio del dólar oficial.

Energía avanzará en febrero en la revisión tarifaria con distribuidoras y transportistas. De ese proceso surgirán además los nuevos cuadros tarifarios y las inversiones que deberán realizar las compañías para mejorar el servicio de cara a los próximos cinco años. En abril comenzarán a regir los nuevos cuadros tarifarios que traerán aumentos en las facturas por debajo del 10%, que además podrían ser divididos en cuotas mensuales según indicaron fuentes oficiales.

Luego la idea es definir un sistema de actualización mensual automático para que las tarifas y, en consecuencia, los ingresos de las empresas se mantengan constantes en términos reales. Se trata de un cambio sustancial respecto a los aumentos discrecionales que se aplicaron a partir de 2024, después de años de congelamiento, y con los que se buscó apuntalar la desaceleración de la inflación.

"Además, en línea con el objetivo de simplificar procesos y desburocratizar al Estado, se decidió cambiar el mecanismo de compensación sobre el precio derivado de la aplicación del régimen de Tarifa Social de gas natural. Ahora, el pago de compensaciones se hará directamente hacia los productores y no a las distribuidoras. De esta manera, quitamos intermediarios y agilizamos la cadena de pagos", agregó Energía.

De la misma manera, las autoridades explicaron que las compensaciones percibidas por las prestadoras y distribuidoras, derivadas del programa de subsidios, comenzarían a aplicarse por método retroactivo, según el mecanismo de compensación establecido a través del Decreto N° 892/20. "Los montos a compensar se descontarán de las sumas a abonar por las prestadoras del servicio de gas a sus proveedores y serán compensadas directamente a estos últimos a través de esta Secretaría", aclararon desde la Secretaría de Energía.

Fuente: Infobae

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