El cáncer de mama causa 1,38 millones de nuevos casos y 458 mil muertes cada año en todo el mundo. Se estima que 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida y que cada minuto muere una a causa de este flagelo.
El color rosa
El color rosa como símbolo característico de la lucha contra el cáncer de mama, surgió del lazo que Evelyn Lauder co-creó en 1992, luego de recibir un diagnóstico positivo de cáncer de mama en fase uno. Eligió dicho color porque lo identificó con la mujer, con el mundo femenino y con una sensación de salud y bienestar. Esta insignia creada a partir del lazo rosa le dio fuerza y visibilidad al objetivo principal de la campaña: fomentar la prevención, el tratamiento y la detección temprana del cáncer.
El año pasado en la Argentina, como parte de la Iniciativa Global de Iluminación de Monumentos de color rosa, se iluminaron 25 sitios emblemáticos de todo el país. Con estas iniciativas se busca captar la atención del público sobre la salud e inspirar a las mujeres a realizarse chequeos anuales.
El cáncer de mama en números
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres, con más de 5.600 casos por año.
Además, se estima que cada año se producirán más de 19.000 nuevos casos, lo cual representa el 16,8% del total de incidencia de la enfermedad en el país. La Argentina, luego de Uruguay, es el país de América con la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama, siendo San Luis y Capital Federal los lugares en donde se da un mayor índice.
La Argentina es el segundo país de América con mayor tasa de mortalidad por cáncer de mama.
Las tasas de mortalidad por cáncer de mama más elevada en mujeres se dan entre los 50 y los 80 años de edad o más. Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad, por tal motivo la detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.
Si de prevención se habla, es clave conocer la rutina básica que toda mujer debe seguir:
Exámenes: a partir de los 20 años, realizar un chequeo anual y realizarse el autoexamen mamario.
Mamografías: una mamografía anual a partir de los 40 años.
Peso saludable: el sobrepeso significa un riesgo adicional. Llevar una dieta alta en fibra y antioxidantes previene enfermedades.
No al sedentarismo: realizar al menos 45 minutos de actividad física al día.
Reducir los riesgos: limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaquismo.
Aunque el cáncer de mama ya no es la sentencia de muerte potencial que fue hace 25 años, el hecho de que mujeres y hombres en todo el mundo sigan siendo afectados y muriendo por la enfermedad es señal de que todavía hay mucho más por hacer.