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Agro

Cae la expectativa de producción mundial de girasol por las mermas en Ucrania y Rusia

El USDA recortó en 2,95 millones de toneladas su estimación del mes de junio. A nivel mundial, la producción de todos los aceites crecería menos que el consumo. En el caso particular del aceite de girasol, se reducen los stocks finales en 16%.

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Un informe elaborado por el Lic. Jorge Ingaramo, asesor económico de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), señaló que, por las mermas en Ucrania y Rusia, cae la expectativa de producción mundial de girasol.

"Al comparar el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) de julio con el del mes anterior, se registra una caída de 1,35 millones de toneladas en la producción de las 7 principales semillas oleaginosas. Destacan las mermas de 2,95 y 2,64 M de t en los casos de girasol y canola, que son compensadas parcialmente por un aumento de 4,25 M de t en la producción de soja", analizó Ingaramo.

En ese sentido, remarcó que el USDA mantuvo la estimación de MT 3,5 para la producción de girasol de la Argentina pero redujo en 2 y 1 M de t las de Ucrania y Rusia. En el primer caso, indicó que el recorte va de 15,5 a 13,5 M de t y en el segundo, de 11,5 a 10,5 M de t, mientras que la Unión Europea continúa con una proyección de oferta de 9,1 M de t. "El total de la molienda disminuye en 8,9 M de t, con bajas de 4,06, 2,75 y 2,13 M de t en el crushing de soja, girasol y canola, respectivamente", subrayó.

En tanto, Ingaramo sostuvo que pese a una leve suba de 0,18 M de t en la oferta de aceite de palma, la producción de los 9 principales aceites cae en 2,54 M de t debido a bajas de 1,2, 0,9 y 0,7 M de t en los aceites de girasol, canola y soja, respectivamente. "Como el consumo de todos los aceites se reduce en 0,68 M de t (el de girasol en 0,74 M de t), se registra una digestión de stocks totales de 1,25 M de t (en el caso del girasol se observa una merma en las existencias de 0,21 M de t)", agregó.

"De la comparación con el cierre de la campaña anterior, surge que la producción mundial de las 7 principales oleaginosas subirá 3,3%, mientras que la molienda se incrementará 2,9%. Será abastecida con 3,0% adicional de exportaciones, en tanto que los stocks disminuirán 0,2%", señaló el economista de Asagir.

Ante este escenario, advirtió que la producción de girasol bajará 0,8%, hasta alcanzar 46,9 M de t, unas 0,4 M de t de merma con respecto a las 47,3 M de t de la campaña anterior. Además, dijo que el crushing disminuirá 1,3%, las exportaciones caerán 11,6% y se digerirán stocks por 12,4%.

"La relación stocks/consumo bajará, para las 7 oleaginosas, del 23,0 al 22,3%. Para el caso del girasol, también lo hará del 6,4 al 5,7%", aseguró.

Fuente: Infocampo

www.sebastiangrimaldi.com.ar

 

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Agro

Informan que el campo entrerriano deberá producir más del promedio para cubrir costos

Los rendimientos históricos promedio de los principales cultivos implantados en Entre Ríos durante la campaña agrícola 2024/25 no alcanzarían para lograr un rendimiento de indiferencia (cantidad de producción necesaria para cubrir los gastos) que cubra los costos de arrendamiento, situación en la que se encontrará cerca del 70% de los productores, detalló la Bolsa de Cereales provincial.

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El análisis surge de un estudio que realizó la entidad bursátil junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), sobre la composición de las erogaciones necesarias para la producción, así como su relación con los ingresos y los rendimientos de indiferencia en cada caso. Para ello tuvieron en cuenta la estructura de costos de cada cultivo, los rindes históricos y los precios pizarra del 26 de diciembre pasado.

Producir más del promedio

El principal costo para el productor son los insumos (semillas, agroquímicos, fertilizantes) que se lleva entre el 37% y el 46% del dinero necesario para producir, seguido por el arrendamiento (entre un 16 y 28 por ciento), condición en la que se encuentra cerca del 70% de la producción entrerriana y que varía dependiendo la estrategia de rotación empleada en la producción; y los gastos de comercialización (del 15% al 20%), entre otros costos.

Los rendimientos históricos varían según el grano: 2.380 kilogramos por hectárea es el de la soja de primera, 1.980 el de soja de segunda, el promedio del trigo se ubica en 2.840 kilos, y el del maíz en 5.930 kilogramos por hectárea. Para esta temporada, únicamente el maíz lograría una rentabilidad positiva del 8%, mientras que el resto tendrá que superar los rendimientos promedios registrados para cubrir los costos.

Los productores que implantaron soja de primera deberán generar una producción del 117% comparando a los registros históricos, o del 109% si optaron por sembrar soja de segunda o trigo. En tanto, quienes hayan sembrado soja de segunda + trigo tendrán que lograr un rendimiento un 18% superior al promedio, y si el doble cultivo fue maíz y trigo, un 3% mayor bastará para cubrir los costos.

En el caso del trigo, el rendimiento histórico sólo lograría solventar el 88% de los costos para la producción en campo propio y el 76% si incluimos el pago de arrendamiento. Incluso enfrentan dos problemas acuciantes: los registros para esta temporada auguran un rendimiento un 13% por debajo de las perspectivas históricas, y los precios internacionales continúan con una tendencia a la baja.

Los rendimientos necesarios

Si el productor cuenta con campo propio, deberá producir 1.920 kilogramos por hectárea de soja de primera para cubrir los costos, 1.630 de soja de segunda, 3.100 de trigo o 4.080 kilos por hectárea de maíz para superar los gastos realizados.

En tanto, si debe alquilar el campo, los rendimientos necesarios para lograr una diferencia positiva aumentan considerablemente: llegan a los 2.880 kilos por hectárea para la soja de primera, suben a 2.210 kilogramos si fue soja de segunda lo que se sembró, incrementa a 3.660 para los casos en los que se produce trigo, y a 5.340 kilogramos por hectárea para los campos implantados con maíz.

Fuente: Bolsa de Cereales – UNO Entre Ríos

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