En base a sus charlas con Juan Domingo Perón, que quedaron marcadas a fuego en su memoria, y apelando a la sabiduría que brindan los años, Abel Reynoso realiza de forma personal y didáctica un análisis crítico y filosófico del contexto político argentino actual.
Para ello -con sus jóvenes 87 años- realiza y edita diariamente sus propios videos, que comparte en internet a través de su propio canal de Youtube "CON PERÓN EN EL EXILIO. Abel Reynoso", donde no falta el humor, la picardía y -también-, un aire de nostalgia y de bohemia.
Historia
Siendo casi un adolescente partió en barco desde la Argentina para encontrar a una persona que parecía inalcanzable, aquella que más admiraba y que se encontraba en el exilio: Juan Domingo Perón.
Anécdotas y recuerdos compartidos con el General Perón en su Exilio de Panamá, Venezuela y Santo Domingo. Pinceladas de momentos y sucesos desconocidos descriptos por un joven testigo, quien llegó a convertirse en amigo personal de Perón en los momentos más dramáticos y duros de su exilio.
Su vida, digna de un guión de película
Corría el 17 de octubre de 1955. Abel participaba de una marcha junto a un grupo de trabajadores de la fábrica Papini en Gerli, cuando fueron reprimidos de forma salvaje. Luego del violento episodio, se volvieron a reunir a los pocos días en Lanús, con la idea generalizada de viajar a ver a Perón -exiliado en Paraguay- para recibir directivas del General en plena época de la sanguinaria "Revolución Libertadora", donde se había descabezado al movimiento peronista.
Pero el gobierno paraguayo recibió fuertes presiones, y Perón debió exiliarse en las lejanas tierras de Panamá. En ese momento, y mientras los ánimos flaqueaban, aquel joven de 26 años levantó la voz y dijo: "No sé cómo pero lo haré, yo voy a ver a Perón".
Lo tildaron de loco y le aconsejaron que desistiera de semejante idea: "dejate de joder. Qué te va a dar pelota Perón". No obstante, Abel vendió su casa y marchó decidido a cumplir su objetivo.
Ya no había marcha atrás. Viajó a Mendoza y de allí cruzó a Valparaíso, en donde tomó un barco italiano que lo llevó a Panamá, el 8 de marzo de 1956.
"Permanecí a su lado desde que llegué a Panamá e iniciamos la resistencia desde Venezuela, hasta finales de febrero del '58 en Santo Domingo. Luego en varias visitas y cumpliendo distintas tareas encomendadas desde mi centro de operaciones en México y California".
Su encuentro cara a cara con Perón
Día de la Lealtad: es considerado como el día del nacimiento del peronismo y uno de sus máximos símbolos, así como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino.