El 31 de octubre 31.600 estudiantes del último año, el cuarto, de la carrera docente en todo el país darán la prueba Enseñar, organizada por el Ministerio de Educación nacional y su Secretaría de Evaluación Educativa.
Los estudiantes que serán evaluados cursan el cuarto año de las carreras de formación docente de Educación Primaria y de materias del ciclo básico de la Educación Secundaria y deberán demostrar competencias en comunicación escrita y criterios pedagógicos a la hora de planificar una clase, desarrollar estrategias de enseñanza y evaluar.
Así lo anunció el jefe de Gabinete Marcos Peña junto al ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiaro, y la secretaria de Evaluación Educativa, Elena Duro, en la Casa Rosada.
Peña destacó la necesidad de la evaluación: "Es imposible trazar una política pública sin tener una evaluación concreta de dónde estamos parados". Y agregó: "Por demasiado tiempo la discusión de muchas políticas públicas también en educación se basó en una discusión simbólica antes que en una discusión sobre la realidad".
"Evaluamos porque es uno de los pilares en los que creemos: la verdad", sostuvo Finocchiaro.
En algunos distritos, como la Ciudad de Buenos Aires, Jujuy, Mendoza, San Juan, Río Negro, San Luis, Santa Cruz, La Pampa y Tierra del Fuego, la prueba será censal (se les toma a todos) y en el resto será una muestra representativa. Los estudiantes evaluados serán el 68% de la matrícula total. Los resultados van a estar en abril de 2018.
Participarán 519 institutos de formación docente tanto públicos como privados.
Enseñar será una prueba anónima y sus resultados se divulgarán entre marzo y abril de 2018. El objetivo es obtener "un diagnóstico del sistema de formación docente", según el documento oficial "El ABC de Enseñar 2017".
"Será una prueba de carácter abierto donde los jóvenes podrán hacer comprensión lectora y resolver casos para indagar criterio pedagógico", dijo Duro.
Desde Ctera hay cuestionamientos. Su secretario gremial, Eduardo López, recalcó al diario La Nación: "No hay educación sin evaluación pero la evaluación tiene que ser integral y esta herramienta no lo es".
Para López, una evaluación debe "evaluar el trabajo de todo el año y la mejora respecto del punto de partida. No tiene sentido evaluar a los que llegan al último año cuando en el camino se quedó la mayoría. No sobran alumnos en los profesorados ni quieren dar clases pero sobran funcionarios que quieren evaluar", opinó.