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Agro

Ya se sembró el 92 % de las 5.400.000 hectáreas de trigo proyectadas

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La siembra de trigo transita su tramo final después de una semana que permitió con buenas condiciones meteorológicas que permitieron retomar las labores de implantación en el centro y sur del área agrícola nacional. Además, los lotes que se encontraban anegados registraron una mejora en el estado hídrico del suelo, logrando incorporar nuevos lotes principalmente en el centro y sur de Buenos Aires.

Según informó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), el 92 % de las 5.400.000 hectáreas proyectadas para la campaña en curso ya se encuentran implantadas con un avance intersemanal de 9,5 puntos porcentuales y un adelanto en comparación a la campaña previa de 3,8 %.

En cuanto al estado fenológico de las 4,96 millones de hectáreas a la fecha, el 43 % desarrollan macollos, mientras otro 40 % aún diferencian hojas y un 15 % continúan en emergencia. Los lotes sembrados en fechas tempranas sobre el NOA, NEA y Centro-Norte de Córdoba comenzaron a transitar la etapa de encañazón bajo adecuadas condiciones de humedad y sanidad.

En el Sur de Córdoba y la Zona Núcleo Norte la siembra de trigo finalizó, solo falta la incorporación de algunos lotes puntuales en ambientes comprometidos con anegamientos y falta de piso, indicó el PAS.

"Las heladas que se registraron sobre extensas regiones del norte argentino provocaron daños leves sobre lotes tardíos que se encontraban entre emergencia y diferenciación de primeras hojas foliares. Sin embargo, la condición del cultivo varía entre buena y muy buena, con una presión de sanidad normal", reportó la BCBA.

En el Centro-Norte de Santa Fe se registraron ataques puntuales de pulgón sobre lotes en macollaje, mientras que los lotes tardíos continúan diferenciando hojas.

Por su parte, en el sur de Córdoba, la siembra terminó luego de registrarse las últimas implantaciones sobre localidades como La Carlota, Serrano, Río Cuarto y Adelia María.

Según el PAS, los excesos hídricos que se acumularon durante los últimos meses en la región provocaron una disminución en la superficie implantada del 5 % en comparación a la campaña pasada, alcanzando un área final de 360.000 hectáreas.

En paralelo, las labores de siembra también finalizaron en el Núcleo Norte, donde la buena oferta hídrica promovió una expansión del cereal en la región que permitiría realizar un mejor control de napas próximas a superficie. Los lotes tempranos desarrollan macollos bajo una condición de humedad y sanidad adecuada.

En el Centro-Este de Entre Ríos la siembra habría alcanzado el 90 % de la superficie proyectada, mientras algunos productores realizaron labores de re-siembra en lotes que sufrieron pérdidas en su stand de plantas producto de los excesos de humedad acumulados.

Sobre el oeste de Buenos Aires y norte de La Pampa la siembra cobró mayor fluidez durante los últimos días gracias a la evolución favorable del clima, que permitió una leve mejora en la condición hídrica de los lotes próximos a ser implantados. Si bien se registraron pérdidas de área en ambientes bajos, la mayor proporción de los lotes implantados presentan una condición de cultivo buena.

En el Centro de Buenos Aires ya se habrían sembrado más de 200 mil hectáreas y los mayores progresos de implantación se concentraron sobre las localidades de Daireaux, Bolívar, Saladillo y Las Flores.

A su vez, sobre los núcleos trigueros del sudeste y sudoeste bonaerense la ausencia de precipitaciones permitió retomar con las labores de siembra, restando pocas semanas para dar por finalizada la implantación del cereal.

El estado fenológico de los lotes oscila entre emergencia y principios de macollaje, con un estado de humedad entre exceso y óptimo. Los cuadros tempranos diferencian entre 2 y 3 hojas (V2-V3) bajo un estado sanitario que hasta el momento no presenta focos de enfermedades fúngicas.

Fuente: Infocampo
www.sebastiangrimaldi.com.ar
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Agro

Informan que el campo entrerriano deberá producir más del promedio para cubrir costos

Los rendimientos históricos promedio de los principales cultivos implantados en Entre Ríos durante la campaña agrícola 2024/25 no alcanzarían para lograr un rendimiento de indiferencia (cantidad de producción necesaria para cubrir los gastos) que cubra los costos de arrendamiento, situación en la que se encontrará cerca del 70% de los productores, detalló la Bolsa de Cereales provincial.

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El análisis surge de un estudio que realizó la entidad bursátil junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), sobre la composición de las erogaciones necesarias para la producción, así como su relación con los ingresos y los rendimientos de indiferencia en cada caso. Para ello tuvieron en cuenta la estructura de costos de cada cultivo, los rindes históricos y los precios pizarra del 26 de diciembre pasado.

Producir más del promedio

El principal costo para el productor son los insumos (semillas, agroquímicos, fertilizantes) que se lleva entre el 37% y el 46% del dinero necesario para producir, seguido por el arrendamiento (entre un 16 y 28 por ciento), condición en la que se encuentra cerca del 70% de la producción entrerriana y que varía dependiendo la estrategia de rotación empleada en la producción; y los gastos de comercialización (del 15% al 20%), entre otros costos.

Los rendimientos históricos varían según el grano: 2.380 kilogramos por hectárea es el de la soja de primera, 1.980 el de soja de segunda, el promedio del trigo se ubica en 2.840 kilos, y el del maíz en 5.930 kilogramos por hectárea. Para esta temporada, únicamente el maíz lograría una rentabilidad positiva del 8%, mientras que el resto tendrá que superar los rendimientos promedios registrados para cubrir los costos.

Los productores que implantaron soja de primera deberán generar una producción del 117% comparando a los registros históricos, o del 109% si optaron por sembrar soja de segunda o trigo. En tanto, quienes hayan sembrado soja de segunda + trigo tendrán que lograr un rendimiento un 18% superior al promedio, y si el doble cultivo fue maíz y trigo, un 3% mayor bastará para cubrir los costos.

En el caso del trigo, el rendimiento histórico sólo lograría solventar el 88% de los costos para la producción en campo propio y el 76% si incluimos el pago de arrendamiento. Incluso enfrentan dos problemas acuciantes: los registros para esta temporada auguran un rendimiento un 13% por debajo de las perspectivas históricas, y los precios internacionales continúan con una tendencia a la baja.

Los rendimientos necesarios

Si el productor cuenta con campo propio, deberá producir 1.920 kilogramos por hectárea de soja de primera para cubrir los costos, 1.630 de soja de segunda, 3.100 de trigo o 4.080 kilos por hectárea de maíz para superar los gastos realizados.

En tanto, si debe alquilar el campo, los rendimientos necesarios para lograr una diferencia positiva aumentan considerablemente: llegan a los 2.880 kilos por hectárea para la soja de primera, suben a 2.210 kilogramos si fue soja de segunda lo que se sembró, incrementa a 3.660 para los casos en los que se produce trigo, y a 5.340 kilogramos por hectárea para los campos implantados con maíz.

Fuente: Bolsa de Cereales – UNO Entre Ríos

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