La cosecha de los trigos de invierno, que aporta cerca del 75% del total de la producción estadounidense del grano fino, ya superó el 84% del área apta. Dejaría un volumen próximo a los 35,87 millones de toneladas, según la última estimación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Queda por delante definir la suerte o la desgracia del cereal de primavera, que comenzará a recolectarse durante los primeros días del mes próximo y que debería aportar poco más de 12 millones de toneladas.
El grueso de la especulación de los fondos de inversión, que empujó las cotizaciones del trigo hasta superar la barrera de los 200 dólares por tonelada, se hizo sobre la compleja situación del cereal de primavera, en medio de condiciones de sequía en tres de los seis Estados centrales para su producción (Dakota del Norte, Dakota del Sur y Montana). Sin embargo, una vez más, el movimiento de los grandes jugadores del mercado habría tenido poco que ver con cuestiones agronómicas y mucho con temas financieros, con el hecho de haberse encontrado con una posición sobrevendida incómoda para sus aspiraciones. En todo caso, el mal clima para los cultivos fue el catalizador o la excusa para entrar a recomprar contratos del grano fino y equilibrar el rumbo hasta un punto de mayor confort.
Y si algo caracteriza el accionar de los fondos es la desmesura, que suele exacerbar las tendencias, sean a la baja o al alza. En cualquiera de los sentidos logran ganancias. No así en un mercado calmo o "lateral". A esto apunta la recomendación que tantas veces hacen los especialistas, de intentar "capturar" precios cuando los especuladores agitan las aguas.
Así, tras un raid de recompra de contratos, los administradores de los grandes fondos entendieron que ya era suficiente. Y entonces, el 12 del actual apareció el USDA y en su informe mensual estimó volúmenes de existencias estadounidenses de trigo 2016/2017 y 2017/2018 superiores a las previstas por el mercado.
A la falta de compra de contratos por parte de los especuladores se añadió la falta de interés de los comerciales, que entendieron que arriba de los 200 dólares la competitividad del cereal de los Estados Unidos estaba en juego y que con ese nivel de precios se haría difícil cumplir con la meta de exportación fijada por el organismo y, por ende, achicar las abundantes reservas, incluso en una campaña enmarcada por una de las superficies sembradas más bajas de la historia agrícola estadounidense y por condiciones climáticas que distaron de ser las ideales.
Como resultado de todo esto, en nueve de las últimas diez ruedas el trigo se negoció con resultado negativo en las dos principales Bolsas estadounidenses. En efecto, entre el cierre alcista del martes 11 y ayer, la posición septiembre del cereal cayó un 14,28% en Chicago, tras pasar de 203,19 a 174,17 dólares, y un 15,20% en Kansas, de 204,85 a 173,71 dólares por tonelada.
En el mismo segmento, el valor FOB para el trigo pan en el Golfo de México cayó un 12,94%, de 269,15 a 234,33 dólares, mientras que para el trigo soft el retroceso fue del 12,27%, de 221,57 a 194,38 dólares.
Además, a la falta de interés de especuladores y de comerciales en el mercado estadounidense, se suma la presión estacional por el avance de la cosecha de trigo en el hemisferio Norte, particularmente en los países de Europa del Este, que compiten en forma agresiva con la mercadería exportable de los Estados Unidos. Ayer, por caso, Egipto confirmó una nueva compra por 420.000 toneladas de trigo, de las cuales 300.000 tuvieron por origen Rusia; 60.000 Rumania, y las otras 60.000 toneladas, Ucrania.
En el mercado doméstico, en tanto, no hubo reflejo de la volatilidad externa, ni se copiaron las subas, ni ahora las bajas. De hecho, entre el 11 del actual y el cierre de ayer, el valor FOB del trigo pan en los puertos argentinos se mantuvo inalterable, en 194 dólares por tonelada, según la información que diariamente publica el Ministerio de Agroindustria de la Nación.
En cuanto a la plaza física, la mercadería con entrega inmediata se mantuvo entre los 2800 y los 3000 pesos por tonelada, según las necesidades puntuales de los exportadores, mientras que el cereal de la próxima cosecha, con entrega entre diciembre y enero, oscila entre los 170 y los 175 dólares por tonelada.
Vale tener en cuenta que al 19 del actual los exportadores ya acumularon compras por 11.275.900 toneladas de trigo 2016/2017, según informó ayer la Dirección de Mercados Agrícolas del Ministerio de Agroindustria, mientras que las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior al 24 del actual suman 9.856.008 toneladas.