El festival a beneficio del cura acusado por abusos a menores, Marcelino Moya, no dio los resultados esperados. El evento fue el sábado en Nogoyá y cobraron $ 100 la entrada. Trascendió que hubo alrededor de 200 personas.

El festival a beneficio del cura acusado por abusos a menores, Marcelino Moya, no dio los resultados esperados. Su organizador y conductor, Lito Pascualín, planeó el evento en el predio San Sebastián, del Círculo de Retirados de la Policía de Nogoyá.
El insólito festival fue a beneficio del cura acusado de abuso a menores Marcelino Moya. «Hace unos 15 días, Lito Pascualín condujo una doma en el mismo predio de San Sebastián. Allí promocionó el 'festival a beneficio' porque supuestamente había que 'reivindicar' a Moya, ya que había sido 'absuelto de culpa y cargo'», indicó una fuente del lugar a este medio.
La semana pasada se conoció sobre el evento que Pascualín estaba preparando a beneficio de Moya. «Se hizo muy poca propaganda, apenas unos dos días antes del festival hubo una publicidad callejera. La entrada se cobró 100 pesos y como número principal se esperaba a Carlos Ramón Fernández, pero nunca se presentó. La gente se fue enojada del lugar», se indicó según publicóAnálisis.

En cambio, sí estuvieron otros números que se habían anunciado, como «César y Hernán», quienes venían de otro festejo. «Antes del festival a beneficio de Moya, ellos estuvieron en la despedida que le hicieron al cura (Rafael) Micheloud, muy querido por acá, que justamente se va a Villaguay», a reemplazar al renunciante José Dumoulin.
Días antes del evento, había trascendido que el Círculo de Retirados de la Policía «había pedido la cantina del festival, pero en virtud de la escasa trascendencia, se bajaron». «El descontento fue generalizado», se apuntó, a modo de conclusión sobre lo acontecido.

La causa
Moya, aunque alcanzó efímera trascendencia como «cura payador», vio inscripto su nombre en la consideración pública a partir de la denuncia que hicieron dos jóvenes en la Justicia por los abusos a los que los sometió Moya, a principios de los 90, cuando estuvo destinado como vicario en la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Villaguay.
Dos jóvenes, un médico y un estudiante de Derecho, denunciaron en la Justicia que Moya abusó de ellos cuando eran adolescentes y el sacerdote ahora suspendido era vicario de la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Villaguay, a principios de la década de 1990. Así lo reveló la revista Análisis, a medidos de 2015.

Luego la denuncia periodística tomó forma de demanda judicial, el 29 de junio en Paraná, frente al fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull. Más tarde, el expediente fue girado para que quede a cargo de la Unidad Fiscal de Villaguay.
Un día después de esa presentación, la curia dio a conocer un comunicado oficial en el que expresó: «Ni bien se conocieron las denuncias periodísticas que involucraban a un sacerdote de la Arquidiócesis, el Arzobispo dio inicio a las investigaciones preliminares según lo expresa el código de derecho canónico en el canon Nº 1717, regulados por las normas de Gravioribus Delictis».

El canon N° 1717 dice, textualmente: Canon 1717. «Siempre que el Ordinario (el obispo) tenga noticia, al menos verosímil, de un delito, debe investigar con cautela, personalmente o por medio de una persona idónea, sobre los hechos y sus circunstancias así como sobre la imputabilidad, a no ser que esta investigación parezca del todo superflua. Hay que evitar que, por esta investigación, se ponga en peligro la buena fama de alguien. Quien realiza la investigación tiene los mismos poderes e idénticas obligaciones que el auditor en un proceso; y, si se realiza después un proceso judicial, no puede desempeñar en él la función del juez».
En el caso Moya, y como «medida cautelar», el sacerdote, informó la curia, «ha sido separado de la atención pastoral de la comunidad y se le ha impedido el ejercicio público del ministerio, según lo determina el Derecho Canónico, hasta que la Justicia se expida».

Organizador
Lito Pascualín fue el organizador del festival «a beneficio». Es un animador de festivales folclóricos y conductor radial.