El 12 de Octubre de 1492, Cristóbal Colón y los 85 hombres de su tripulación la cual incluía presos que lograban su libertad a cambio de realizar ese viaje, a bordo de las dos carabelas la Pinta, la Niña y la nao Santa María, llegaron a las Bahamas, recorriendo luego Cuba y Haití. En Haití naufragó la Santa María y se construyó con sus restos el fuerte Natividad, el 25 de diciembre, constituyéndose así en el primer asentamiento español en nuestro continente.
Colón que había escrito, en su diario, ya en las dos primeras semanas de navegación la palabra oro 75 veces, esclavizó a los pueblos originarios de Haití y ordenó que le cortaran la mano a todo aquel que no le trajese oro, inaugurando de esta manera la expoliación de riquezas para su exportación.
De regreso a España, luego de su segundo viaje en 1493, el Almirante llevó consigo a 500 miembros de los pueblos originarios encadenados en las bodegas de sus navíos, siendo estos los primeros esclavos en cruzar el Atlántico. Sólo 200 llegaron vivos a Europa, para ser expuestos en la corte ante los reyes, el resto murió en el viaje. Bartolomé Colón, hermano de Cristóbal, quedó al mando del fuerte Natividad y atacó a la comunidad del cacique "Canoabo", hasta entonces pacifico colaborador de los colonizadores. Es "Canoabo", obligado por este ataque, el primer cacique que luchó de forma organizada contra los conquistadores, incendiando el fuerte Natividad y ajusticiando a la mayoría de sus ocupantes. Las comunidades resistieron dos años hasta que fueron finalmente exterminadas. Pero el ejemplo no sería en vano y 500 años de luchas de resistencia comenzaron.
En menos de 10 años fueron masacradas más de 300.000 personas. Ante la reducción de las poblaciones originarias de las islas ocupadas por los europeos, estos comenzaron el tráfico de esclavos desde África, que continuó a lo largo de cuatro siglos. Más de 30.000.000 de africanos llegaron a nuestro continente y se calcula que otros tantos murieron en el viaje, de hambre, frío y de enfermedades infectocontagiosas.
Luego lo siguieron los Cortes, los Pizarro, los Alvarado, crueles conquistadores que perpetraron el mayor genocidio de la historia humana con más de 70.000.000 millones de muertos en los primeros 100 años.
La antropología nos enseña que junto a la conquista se instaura un nuevo concepto: la raza, con el fin de justificar el genocidio, la expoliación de los recursos naturales y la esclavitud de los pueblos no europeos.
En el año del bicentenario, los pueblos originarios, los afro descendientes y migrantes logramos desembarazarnos de tal concepto, como festejo del 12 de octubre, pero aun nos queda muchísimo camino para que los prejuicios nuestros de cada día sean erradicados de manera definitiva. La antropología puede ser una guía, pero el Estado debe ser el faro que ilumine, con políticas públicas acordes, el porvenir de nuestro pueblo, en unión y libertad, así el Día del Respeto a la Diversidad Cultural será un día de festejo y ya no de resistencia.
Al respecto opinó para Télam el antropólogo Fernando Pepe, presidente del Colectivo GUIAS (Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social).